Educar con inteligencia emocional

132 globos

19 Feb Educar con inteligencia emocional

Desde hace algunos años conocemos la importancia que las emociones tienen en nuestro equilibrio y en nuestro bienestar. Educar a nuestros hijos en inteligencia emocional es una asignatura pendiente que debemos aprobar para que lleguen a la madurez con los recursos suficientes para abordar la vida en contacto con sus emociones. Hoy te traemos algunas claves para que puedas poner en práctica con ellos:

  1. Refuerza la expresión de sentimientos y respétalos (ya sean negativos o positivos): si aprovechas la oportunidad de que comparta sus sentimientos y compartir los tuyos le enseñaras a valorar el mundo emocional. No te olvides de permitirle expresar dolor.
  2. Ayúdale a que se responsabilice de sus sentimientos, que sepa que nadie puede hacer que sienta nada, sino que cada uno de nosotros sentimos de una forma u otra en función de los hechos. Ayudándole a distinguir entre lo que siente y lo que de verdad ha ocurrido.
  3. Acompáñalo a descubrir lo que le apasiona: presta atención a lo que le entusiasme, sin juzgar. Anímale a experimentar y a explorar, y aplaude cualquier gesto suyo que muestre interés.
  4. Fomenta la empatía: si somos capaces de que comprendan los sentimientos de los demás y ofrecerles su apoyo ampliaremos de forma considerable su mundo emocional. Ayúdale a que entienda los sentimientos de los otros, practicando con él. Céntrate en los sentimientos de tus hijos ante cualquier oportunidad que tengas.
  5. Potencia su creatividad: anímale a que cree algo, ya sea a través de la escritura, pintura, música. Cuanto más se utilice esta vía, más capacidades creativas e intuitivas tendrán los niños.
  6. Ayúdale a controlar el estrés y la ira: enséñale a identificar las señales físicas que puedan indicar que están estresados (la mandíbula tensa, mariposas en el estómago) para que comiencen a reconocer las señales del cuerpo. Es importante que aprenda a averiguar cómo se siente y a tomar decisiones al respecto.
  7. Evita las etiquetas: ten en cuenta que al ponerles etiquetas, aunque sean buenas les obligamos a actuar según ciertas expectativas, lo que se supone que esperamos de ellos y no les permitimos la flexibilidad del cambio.
  8. Fomenta el contacto físico y emocional: como consecuencia de nuestra cultura, a medida que van creciendo comienzan a distanciarse física y emocionalmente. Busca oportunidades para reestablecer esa desconexión.


Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies