18 Jun Mindfulness eating
La alimentación consciente no solo es apaciguar tu apetito, es la práctica de mindfulness llevada a la comida. El mindfulness eating también es practicar la gratitud, apreciar la belleza del plato, saborear cada alimento y tener siempre presente a las personas que hicieron posible que ese plato estuviera frente a ti.
¿En qué consiste?
El mindfulness eating es una práctica filosófica, prestar atención de momento a momento en todo lo relacionado con la alimentación, desde el cómo, quién la ha producido a ser conscientes del simple acto de comer. Aumenta el autoconocimiento y llega hasta mejorar los patrones de ingesta.
Recordatorios del mindfulness eating
Amabilidad con uno mismo
Decide la cantidad y que tipo de alimentos vas a comer. No te critiques mientras comes, contrarresta los pensamientos con amabilidad y se consciente de lo que estás haciendo para alimentarte mejor y agradecer el hecho de estar intentándolo.
Usa tus sentidos
Comer no solo es saborear la comida, si te fijas en las frutas y verduras podrás verlas como obras de artes. El color, la forma y textura, sabor y olor harán de la comida una experiencia sensorial total. Aprovecha todos tus sentidos para disfrutar por completo y aprovecha esos pequeños momentos en agradecer a las personas que hicieron posible que esos alimento estén ahora delante de ti.
Deja los cubiertos
No estés constantemente llevando el tenedor o la cuchara a la boca. Se consciente y deja el cubierto en el plato y saborea el bocado antes de continuar.
Se consciente de la pausa
El momento de la comida es un momento de pausa, así que aprovecha ese tiempo para alejarte de las pantallas o prisas de la vida diaria. Hazte unas preguntas, ¿por qué estoy comiendo ahora? ¿qué estoy comiendo? Es un momento de reflexión.
Recupera la atención
Como en todas las prácticas de mindfulness, habría momentos en los que puedas despistarte, ya que la mente se desperdiga o se entretiene entre el pasado y el futuro. No pasa nada, utiliza la respiración práctica en meditación y centra de nuevo tu atención en la comida como un ancla. ¡Repítelo cuanto sea necesario!
Tu estómago como guía
Pasa tiempo hasta que tu cuerpo te hace saber que ya estás satisfecho y permanece atento a sus señales. Si ve que durante al transcurso de la comida se va aplacando el hambre que tenías al principio y disminuyes la velocidad con la que comes, tendrás más posibilidades de darte cuenta cuando vas a estar lleno. Si te queda comida, guárdala para luego.
El mindfulness eating combina la moderación que te impones con no prohibirte ningún alimento. Descubre nuestro taller de mindfulness.