Ahora que ya estamos en verano y ha llegado el buen tiempo, las vacaciones y la famosa operación bikini, nos vemos obligados a desprendernos de ropa y a ponernos el bañador. Situación que en muchos casos dispara el miedo, la inseguridad y la insatisfacción con nuestro cuerpo.
Lo que más nos alerta a los profesionales de la salud, es que cada vez es más común encontrar niveles muy altos de insatisfacción con el cuerpo entre mujeres de diferentes edades.
En la Universidad de Granada, se ha realizado un estudio para evaluar si las técnicas de exposición al cuerpo son efectivas para mejorar la satisfacción corporal y prevenir la aparición de una de sus mayores consecuencias, los trastornos de la conducta alimentaria. El objetivo general, era que las mujeres no evitaran mirar su cuerpo, y que pudieran aprender a manejar y reducir las emociones y pensamientos negativos asociados a él. Para ello se utilizaron varias técnicas de exposición en las que las mujeres examinaban sistemáticamente cada parte de su cuerpo durante un tiempo en un espejo con suficientes dimensiones.
Los resultaron fueron altamente alentadores, produciéndose un incremento de los pensamientos positivos respecto al cuerpo y una disminución del grado de insatisfacción corporal, de los sentimientos negativos asociados al cuerpo y del nivel de cortisol en la saliva, hormona que se libera ante el estrés.
Las investigadoras concluyeron que el objetivo final de las técnicas de exposición es “ACEPTAR Y QUERER NUESTROS CUERPOS COMO SON. No deberíamos dejar que los espejos se conviertan en enemigos dónde sólo podemos ver lo que la sociedad nos dice lo que es bello. El espejo debería ser el medio para reflejar la luz propia que cada persona tiene”.
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S000579161500004X
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